
Durante un tiempo,
mi vida se había
convertido en humo.
Un humo espeso,
un humo denso
que acabó
aprisionando mi cuerpo.
Anduve con él
junto a él,
por encima de él,
alrededor de él,
debajo de él
pero el humo,
continuaba a mi lado.
Un día,
me atreví a cruzarlo
y observé que detrás del humo,
si lo logras, hay VIDA.(T.Aguilar).