domingo, 9 de marzo de 2014

No he conocido a nadie que fuera capaz
de alegrarse como ella de las cosas sencillas
de la vida: personas y animales, estrellas y libros,
todo le interesaba, y su interés no se basaba
en la altivez, en la pretensión de convertirse
en experta, sino que se aproximaba a
todo lo que la vida le daba con la alegría
incondicional de una criatura
que ha venido al mundo para disfrutarlo...
Sándor Márai