sábado, 29 de octubre de 2011

Estas imágenes resumen un poco lo que he estado haciendo en mi ausencia y ...








caminar sola, sola, sola,
por la playa, por la playa por la playa
y coger conchas bonitas
y hacer fotos de texturas
y pintar acuarelas
y crear un montón de piezas que iréis viendo poco a poco
conforme estén terminadas.

De esta etapa en aislamiento voluntario han surgido piezas como el columpio.
Cuando nos afirmamos, suele decirse que nos columpiamos, nos lanzamos, como un niño en un columpio. También habría que decir, que normalmente el que se columpia asume riesgos, mientras que el que empuja suele estar abajo mirando. Yo desde luego animo a columpiarse y no quedarse en el suelo cargado de razones.
El columpio nos traslada al tiempo de la infancia, del aprendizaje. Balanceo hacia atrás y hacia delante... el vértigo. Alcanzar lo más alto y luego el descenso ...el temor. El impulso ... sensaciones. Nuestras idas y venidas en los ciclos de la vida son como si estuviéramos en un columpio, así cuando vamos hacia atrás debemos impulsarnos para más alto llegar hacia delante.




http://www.youtube.com/watch?v=ALTUF2FsdtU&feature=related