Si te riegas todos los días un poquito, seguro que creces.
La proximidad
de aquel viejo reino imaginado
por manos diminutas
no la altera el deseo no la altera
y escondido bajo el agua
y entre ramas y hojas escondido
peces y corales lo custodian
pájaros y lobos lo protegen
no lo acerca el tiempo no lo acerca
porque la llave
se la dimos al gigante de los ojos dormidos
y ni el tiempo ni el deseo
lo despiertan. (Alfonso Brezmes).
La proximidad
de aquel viejo reino imaginado
por manos diminutas
no la altera el deseo no la altera
y escondido bajo el agua
y entre ramas y hojas escondido
peces y corales lo custodian
pájaros y lobos lo protegen
no lo acerca el tiempo no lo acerca
porque la llave
se la dimos al gigante de los ojos dormidos
y ni el tiempo ni el deseo
lo despiertan. (Alfonso Brezmes).